Durante la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, la Personería Distrital de Buenaventura lanzó una alerta sobre la persistencia de graves afectaciones que continúan impactando a la población del puerto más importante del Pacífico colombiano.
Aunque la fecha suele estar asociada a actos simbólicos de reflexión y reconocimiento, este año estuvo marcada por un llamado urgente a proteger la dignidad humana y atender un panorama que, según la entidad, sigue siendo crítico.
El personero distrital, Jefferson Potes, insistió en la necesidad de fortalecer el respeto por los derechos fundamentales en todos los sectores de la ciudad.
«El llamado a la población bonaverense es al respeto a los derechos humanos (…) Sabemos que se trata de un acto que se conmemora desde hace más de 200 años; queremos hacer el llamado a ese respeto a la dignidad humana, para que entendamos que también existe el derecho al medioambiente, al agua, hay muchos derechos y hoy tenemos una sola misión y estamos llamados a respetar y valorar cada derecho que tiene cada persona», dijo.
De igual forma, Potes advirtió que las vulneraciones siguen siendo frecuentes y múltiples.
«Hoy se nos ven reflejados temas de homicidio, amenaza, desplazamiento, confinamiento, extorsión, lesiones personales, la violencia intrafamiliar; son un sinnúmero de derechos que se vulneran, pero el llamado es para que cada bonaverense respete el derecho que tiene», expuso.
Según la Personería, estas afectaciones no sólo comprometen la seguridad y la convivencia, sino que también deterioran el tejido social en un distrito que ha enfrentado durante años dinámicas de violencia, conflicto y abandono estatal.
Por ello, la entidad reiteró que la conmemoración no puede limitarse a actos protocolarios, sino que debe traducirse en acciones concretas de protección, prevención y atención integral a las víctimas.
Finalmente, la Personería de Buenaventura instó a las instituciones, organizaciones comunitarias y ciudadanía en general a trabajar de manera conjunta para garantizar condiciones de vida dignas y seguras.
En palabras de Potes, la defensa de los derechos humanos debe convertirse en una tarea diaria y compartida, en la que cada habitante aporte al respeto y la valoración del otro.
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